La edición en España de sus DIARIOS es un nuevo evento que suma complejidad y asombro a un personaje ya de por sí inusual. Insiste con sus obsesiones y agrega matices a su voz. Nos cuenta de su amplio sistema de lecturas a través del cual realiza su operación de escritura que le permite llenar de sombras un lenguaje solar y luminoso como el castellano. («Los españoles parecen ignorar que existe un drama del lenguaje» anota en otra entrada corrosiva).Ya estaba decidida a «no ir mas que hasta el fondo», a colapsar en su intento de hacer poesía con el propio cuerpo, en ese anhelo condenado al imposible de materializar un verbo poético que alcance para sobrevivir.Así puede ser reconocida como la única verdadera «poeta maldita» en lengua castellana, heredando la tradición de los románticos alemanes (Novalis) o los simbolistas franceses (Baudelaire, Rimbaud), los mitos oscuros (Poe, Lautreamont), los poetas de la noche cuya genialidad revulsiva suele desconcertar al polvillo bibliotecario de los académicos.¿Habrá sido la fascinación por ese lenguaje obsceno que utilizaba en la intimidad la contracara perfecta y necesaria para escribir muchos de los poemas más sutiles y bellos de la historia de las letras?Además...¿cuántos diarios de escritores hay en idioma español? ¿Acaso Pizarnik también es la primera en dejar un testimonio salvaje y descarnado de sus obsesiones más íntimas, al estilo de los diarios de Kafka o Virginia Woolf o Katherine Mansfield, diarios que no solo complementan la obra de estos autores sino que son parte indisoluble de la misma?
Párrafo aparte merece la censura canalla ejercida sobre estos textos, censura que padeció la obra de Pizarnik desde su muerte, porque cierto poder establecido prefiere ver a la niña conflictuada y no a la mujer violenta y audaz que fue.Sea como sea, allí está su obra, creciendo segundo a segundo junto al mito, con la conciencia de que su desamparo y violencia, sólo podríam hacer casa y morada en el lenguaje. Aunque a esa casa «se le vuele el tejado» y «las palabras no guarezcan» y entonces sí, desde la intemperie, ella hable. Nos siga hablando.
Párrafo aparte merece la censura canalla ejercida sobre estos textos, censura que padeció la obra de Pizarnik desde su muerte, porque cierto poder establecido prefiere ver a la niña conflictuada y no a la mujer violenta y audaz que fue.Sea como sea, allí está su obra, creciendo segundo a segundo junto al mito, con la conciencia de que su desamparo y violencia, sólo podríam hacer casa y morada en el lenguaje. Aunque a esa casa «se le vuele el tejado» y «las palabras no guarezcan» y entonces sí, desde la intemperie, ella hable. Nos siga hablando.
© JAVIER GALARZA
2 comentarios:
Hola
No he podido leerme todo el material que tienes publicado, pero me parece extraordinariamente interesante. Me encontré con tu trabajo buscando nueva documentación para poner al día un artículo que escribí hace tiempo.
Por cierto, cito tu Bibliografía, aunque no se publicará hasta dentro de un par de meses.
Un saludo,
Carolina
fascinante Alejandra Pizarnik . Estoy escribiendo una obra de teatro : tres poemas de mujer . una ensoñación sobre Delmira Agustini, Alfonsina Storni y alejandra Pizarnik, tres destinos trágicos
fernando alonso barahona
barahona611.blogspot.es
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